ABBAYE DES ROCS BRUNE

Creada en 1979 en un pueblo de Bélgica, Montignies-sur-Rocs, esta joven cervecera ya ha conseguido hacerse muy grande por sus cuidados productos. Hoy voy a hablar de su cerveza insignia, la ABBAYE DES ROCS BRUNE.

Su color es rojo oscuro y presenta partículas en el vaso. Ni esta ni las demás cervezas de la marca están filtradas por lo que a veces tienen estas pequeñas levaduras en la botella. Este método sin filtrar es lo que se llama el “Método tradicional de los 1900”.

Al verterla en el vaso se ve ya una espuma jabonosa color marfil. (La foto es un poco oscura ya que fue tomada en el Vive la vida.)

El aroma es a caramelo y manzana dulce, de esas rojas de las ferias. Me ha recordado a eso al llevarla a la nariz.

El sabor sigue esa senda, bastante acaramelado al que le viene un retrogusto que recuerda al albaricoque y manzanas dulces. Lo que llama la atención es que no añadan azúcares en la elaboración ya que el sabor es muy dulce con una combinación frutal equilibrada.

Otra cosa a destacar es que sus 9% grados no se notan, así que si se quiere beber una cerveza de alta graduación sin gusto excesivo a alcohol es una buena opción. 

 Me ha dejado muy buena impresión porque es un producto muy cuidado por las razones expuestas: Lo dulce que es sin tener aditivos, sino que son surgidos de su doble fermentación y que sea suave a pesar de sus grados. A eso le añado que usa 7 diferentes tipos de maltas y lúpulos checos, belgas y alemanes.

Sin embargo por lo general prefiero cervezas más amargas, menos dulcificadas. 

Curiosidad: La Abbaye des Rocs es en realidad una abadía del siglo XII en ruinas muy cerca de la propia cervecera. Es muy posible que en esa misma abadía se elaborara cerveza pero tuvo su declive durante la revolución francesa. Enclavada en el propio Montignies-sur-Rocs al sur de Bélgica, la fábrica creada en 1979 escogió Abbaye des Rocs para dar nombre a sus cervezas.