Voy a tratar de resumir lo que dió de sí a nivel cervecero, obviando las visitas puramente turísticas. Primero con Frankfurt y Rothenburg, una segunda entrega con Nurenberg y una última con Munich.
Comenzamos por Frankfurt.
Sólo pudimos estar un día y medio. Ya conocía la ciudad y la visita fue corta pero dio tiempo a disfrutar de sus mercadillos y encontrar algún bar recomendable.
Descubrí el NAÏV, un local muy cercano a la catedral que tiene un corte moderno en la decoración, algo que no se suele encontrar en Alemania, aunque sin faltar mesas de madera para dar calidez.
Su iluminación es muy tenue, tanto que incluso cuesta leer la carta si te sientas en la barra y que me imposibilitó hacer buenas fotos, así que las cojo de su página web.
Tiene menú para cenar y todo tipo de bebidas espirituosas. En lo que se refiere a cerveza la oferta es grandísima, con una carta interminable que ante la imposibilidad de verla toda por tiempo y por poca luz en nuestro lugar de la barra, me centré en lo que había de barril.
Son tres barriles en los que en ese momento tenían pinchadas la SCHNEIDER WEISSE TAP 6, una pilsen local que no recuerdo y la IN YOUR FACE de CREW REPUBLIC, una IPA de 6,8%. Esta última me recordó por qué me gusta tanto esta marca.
NAÏV está en Fahrgasse, 4.
Para comer hay un sitio en el barrio de Sachenhausen que nos gustó mucho, el ATSCHEL, muy tradicional con clientela local mezclada con algunos turistas. Se especializa en la famosa apfelwein, una sidra de manzana tradicional de Frankfurt pero también ofrece algunas cervezas locales muy ricas. Yo probé una KRUG BRÄU DUNKLE de 5% muy buena de esta cervecera fundada en 1834.
Muy cerca de la catedral hay un restaurante de PAULANER que no pudimos visitar pero que tenía muy buena pinta. Quizá en otra ocasión.
En mi afán por probar sobretodo navideñas, en un supermarcado encontré esta ST. NIKOLAUS PFUNGSTÄDTER de 6,9% y me la llevé al hotel. Maltosa, con mucho caramelo quizá un tanto artificial. Era, más que dulce, muy como a pan tostado, sin rastro de amargor, con predominancia de la malta que daba sobretodo sabores tostados, pan, cereal y algo de fruta madura.
Uno de los pueblos más bonitos de Alemania según todas las guías es Rothenburg ob der Tauer, ya en Baviera, y así lo pudimos comprobar de primera mano visitando sus callejuelas, casas de cuento, murallas que rodean la población y que pueden ser transitadas mientras se contemplan buenas vistas. Su mercadillos era un aliciente más para experimentar una atmósfera navideña de lo más tradicional.
En cuanto a cerveza pude visitar una cervecera local, la LANDWEHR BRAU AM TURM en la calle Spitalgasse 1, con su acogedor bar y restaurante. Al no tener disponible su Winterfest Bier probé la Kellerbier de barril de 4,7%, una cerveza sin filtrar, maltosa, con un toque a levadura y galleta dulce muy ligera en boca que entraba muy bien.
También tenían en botella las de otra marca, la GUTMANN de la cual pedimos la Dunkleweizen, muy sabrosa con los esperados toques a platano y una cabonatación casi chispeante.
En el hotel donde nos alojamos hacían su propia cerveza así que no pude evitar probar su cerveza de trigo y subirla a la habitación. Es el hotel Gasthof zur Linde
El viaje aún deparaba sorpresas mayores en forma de pintas de cerveza pero todo a su tiempo.
Me lo apunto como referencia. Por las fotos me apunto Rothenburg aparte de por la cerveza también en el plano turístco.
ResponderEliminarSeguiré leyéndote. Un saludo
Rothenburg fue como un cuento de hadas, con su ambiente navideño y casas típicas. Es turístico, sobretodo alemanes de otras zonas y curiosamente muchos japoneses, pero sin perder su esencia.
EliminarUn destino recomendable, vale realmente la pena pasar al menos un día.
Seguiré contando las siguiente etapas. Un saludo!